Yo viví la mía, fue algo difícil pero lindo y cosa que extraño muchísimo. Desde niña siempre quise vivir fuera, después estudié una carrera que me inspiraba a vivir fuera, entonces, no pude evitar luchar por mi sueño hasta alcanzarlo. Lo bueno es que mismo que a principio pareciera dificil, Dios me fue abriendo puertas, hasta que llegué a Aiesec y con el sudor de mi simple trabajo (una pasantía/practica) en la facultad, fui poco a poco sumando, sumando, hasta que vi que ya era hora de vivir la experiência. Justo yo, que nunca había salido de casa por mucho tiempo, que siempre me había dedicado a estudiar y trabajar, ahora buscaba una nueva aventura. Y qué dificil no?? Fue complicado encontrar la práctica donde yo quería, quería un lugar donde me sintiera en seguridad, donde pudiera andar por las calles sin miedo y claro, que hablara español. Uy, casi que no encuentro, fueron meses de espera, hasta que con la ayuda de Pamela, llegué a Aiesec La Plata. Fui elegida antes de tener oficialmente la práctica, esta cuando abrió de hecho, ya era mía. Fui corriendo contra el tiempo para resolver todo lo que faltaba, los billetes, los gané y lo demás, mi dinero pudo alcanzar (aunque algunas personas haya intentado destruir mis planes, no pagando las deudas que tenían conmigo, otras me ayudaron).
Y cómo me dejó cansada llegar en La Plata, fueron tantas horas de viajé y cuándo llegué me quedé perdí, y gracias a Dios un ángel me apareció, el dueño de una librería, con el que tengo una deuda, y pronto me encontré. Lloré tanto, como extrañé mi familia, mi novio, quise volver... Pero cosa de momento, en una semana todo eran flores. Yo empecé a trabajar, a conocer la ciudad, a sentirme parte de ahí... Obvio que seguí extrañando las personas que en mi ciudad estaban, pero como sería bueno si pudiera solo enviarlas para allá y quedarme a vivir. El trabajo fue lindo, con el tiempo, fui conociendo los niños del Hogar Don Bosco y me enamoré por cada uno, por cada abrazo y por las frases sencillas que me decían como: "Te he extrañado" (tenían estas tantas emociones guardadas). Después de 7 semanas, de haber vivido en 3 casas y yendo a mi cuarta casa, como fue difícil decirles adiós y como fue lindo bailar con ellos desde wachiturros hastas Teen Angels. Uy, como los extraño, hasta hoy, después de casi 4 meses. Y qué feliz es saber que he dejado una buena huella en sus corazones, que ellos saben que siempre tendrán en mi una amiga.
Me encantó la ciudad, me encantó la experiencia y me encantó todos los aprendizajes. Todos los que conocí(fui desde Argentinos, pasando por colombianos, llegando a alemanes - y pues, claro, no faltarían brasileños), con los que viví, cada diferencia cultural, cada detalle. He vivido en todos los tipos de casa, he pasado por momentos complicados, he tenido miedos. Pero era feliz, hasta ir al supermercado me ponía contenta. A veces, la tristeza me alcanzaba, quería tener mi novio cerca, mi familia cerca, pero, sabía que lo que estaba viviendo era único y no me arrepentía de haberlo hecho.
Por esta razón, para mí, intercambio es esto. Una experiencia inolvidable, que te hace crecer y que deja dentro de ti un grito que dice: "Quiero vivir algo así de nuevo!" Si tienes dudas sobre vivir la experiencia o no, arriésgate!
PS Esta es mi experiencia parte uno, pronto les cuento la parte dos: Nayi - Descubriendo Cono Sur.
quinta-feira, 31 de maio de 2012
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